Hablemos de letristas legendarios, de guitarras acusticas y crónicas callejeras. De inmediato nos asalta la imagen de Bob Dylan, clamando con voz gangosa contra la guerra y el establishment, o incluso de John Lennon, ejerciendo de mesías del movimiento pacifista. No es tan fácil recordar a Leonard Cohen. A comienzos de los setenta, sus canciones de amor y odio resultaron demasiado oscuras y lentas para los rezagados del movimiento 'hippie', una generación todavía optimista. Aún hoy pueden causar ese efecto. Así que tras conocer el éxito con su primer disco (Songs of Leonard Cohen, 1967), el controvertido cantautor se vio relegado al olvido.
Incomprensible. Es cierto que los setenta fueron una época maldita para Cohen, años en los que únicamente cosechó estrepitosos fracasos comerciales a pesar del apoyo de la crítica. Y que sólo logró un leve resurgimiento en los ochenta gracias a obras más enérgicas , como Various Positions (1984) o I’m your man (1998). Pero su influencia musical, literaria y estilística –hijo de un sastre judio de Montreal, asegura que jamás se ha puesto unos vaqueros- es enorme.
Antes de convertirse en músico, Cohen logró prestigio como escritor con su primer poemario, Let Us Compare Mythologies, publicado a los 21 años y con el que ganó una beca de 2.000 dólares canadienses. Entonces era un joven inquieto. A los 25 años viajó por Europa y se enamoró de Grecia, donde compró una casa en la isla Hidra. Allí se dedicó a escribir, hasta que en 1967, de improviso, su primer trabajo le convirtió en el cantante folk predilecto de Canadá, en el músico de la sempiterna tristeza, poeta sarcástico de voz grave y monótona.
Cohen debe más a los juegos de palabras y metáforas de la poesía que a los convencionalismos de la música folk. Sus letras son emotivas, líricamente complejas, con el amor, la religión y las relaciones de pareja como ejes temáticos. Despiden romanticismo y sarcasmo. Dicen sus seguidores que penetran bajo la piel y se incrustan en lo más profundo. Por encima del bien y del mal, como él mismo.
Ahora, tras un largo periodo de calma, con inmersión en el budismo incluida, y reaparecer en 2001 con Ten New Songs, Cohen regresa a los escenarios por primera vez desde 1993, en una gira por Canadá, Estados Unidos y Europa. Por fortuna, actuará en España este verano, en el Festival Internacional de Benicàssim.
A. Martínez.
elconfidencial.com
24.05.08
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1 comentario:
muy bueno... un abrazo tu amigo pepe.
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