Reinaldo Rodríguez, Presidente de la CMT, se retira en noviembre. Alierta amenaza con paralizar las inversiones en fibra óptica
El pasado 8 de mayo la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) exigía el desarrollo, en menos de cuatro meses, de un nuevo bucle virtual de IPTV (televisión por Internet). Era el último golpe contra Telefónica y la última atención a las presiones que ejercen Orange (France Telecom) y Vodafone (ahora interesada también en la telefonía fija desde su absorción de Tele 2). Días antes, el mismo organismo había reducido a 5.000 clientes la experiencia promocional de Telefónica en materia de fibra óptica, una tecnología que todos los expertos consideran la clave de la sociedad de la Información. Por si fuera poco, el organismo que preside el socialista Reinaldo Rodríguez ya tiene todo preparado para abrir expediente a la compañía que preside César Alierta por retrasar el acceso a la banda ancha ADSL de Orange y Ya.com.
En el caso de Vodafone y Orange, el asunto se vuelve especialmente grave, por cuanto se trata de la multinacional occidental más capitalizada del mundo y de la telefónica francesa de bandera. Es decir, empresas que podían invertir en redes pero que prefieren aprovecharse de las redes de Telefónica, a quien la CMT exige que se las ceda a precio imposible de rentabilizar... en nombre de la libre competencia.
El enfado de Telefónica con Rodríguez le llevará a paralizar su inversión prevista de 1.000 millones de euros en fibra óptica y reorganizar su inversión de 5.000 millones de euros en potenciar la banda ancha a través de las tecnologías ADSL y VDSL. Para la compañía, explicación de las cesiones de Rodríguez ante Vodafone y Orange coincide con la recta final de su mandato, que vence en noviembre.
El pasado 8 de mayo la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) exigía el desarrollo, en menos de cuatro meses, de un nuevo bucle virtual de IPTV (televisión por Internet). Era el último golpe contra Telefónica y la última atención a las presiones que ejercen Orange (France Telecom) y Vodafone (ahora interesada también en la telefonía fija desde su absorción de Tele 2). Días antes, el mismo organismo había reducido a 5.000 clientes la experiencia promocional de Telefónica en materia de fibra óptica, una tecnología que todos los expertos consideran la clave de la sociedad de la Información. Por si fuera poco, el organismo que preside el socialista Reinaldo Rodríguez ya tiene todo preparado para abrir expediente a la compañía que preside César Alierta por retrasar el acceso a la banda ancha ADSL de Orange y Ya.com.
En el caso de Vodafone y Orange, el asunto se vuelve especialmente grave, por cuanto se trata de la multinacional occidental más capitalizada del mundo y de la telefónica francesa de bandera. Es decir, empresas que podían invertir en redes pero que prefieren aprovecharse de las redes de Telefónica, a quien la CMT exige que se las ceda a precio imposible de rentabilizar... en nombre de la libre competencia.
El enfado de Telefónica con Rodríguez le llevará a paralizar su inversión prevista de 1.000 millones de euros en fibra óptica y reorganizar su inversión de 5.000 millones de euros en potenciar la banda ancha a través de las tecnologías ADSL y VDSL. Para la compañía, explicación de las cesiones de Rodríguez ante Vodafone y Orange coincide con la recta final de su mandato, que vence en noviembre.
La CMT cede ante las presiones de Vodafone y Orange
hispanidad.com
13.05.08
Las consecuencias de los límites impuestos por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) a la expansión de la red de Telefónica no se han hecho esperar.
Sus proveedores temen que la operadora frene sus inversiones en banda ancha fija, después de que el regulador redujese a la mitad el despliegue de la prueba piloto de fibra óptica que quería poner en marcha en Madrid y Barcelona.
Esta última decisión se une a otras que ha tomado recientemente la CMT en contra de los intereses del gigante español, entre ellas la fuerte rebaja del precio mayorista. Las señales emitidas por Telefónica, que apuntan a un recorte o ralentización de sus planes de inversión, amenazan con convertirse en un alud sobre el sector auxiliar.
El problema trasciende el ámbito de la compañía, ya que Telefónica es el único operador que puede garantizar un despliegue amplio de las nuevas redes en la mayor parte del territorio, lo que redundará sobre la competitividad de la economía.
La CMT se enfrenta al problema de buscar el difícil equilibrio entre la salvaguarda de la competencia y el incentivo a las inversiones, para no provocar, aunque sin intención, un retraso en el despliegue de las nuevas infraestructuras. Una posición de consenso entre el regulador y la operadora sería el mejor escenario para el desarrollo de la sociedad de la información.
Telefónica
Expansión - Editorial
1 comentario:
un abrazo tu amigo pepe
Publicar un comentario