PALMERAL vs. PALMEROS

La playa no está por hacerme “un poquito de por favor”. Frío no hace pero sol tampoco, y quería llevarme puesto en la piel todo el :-) que quepa en el puente de mi Comunidad...Paso pues, a plan B.

Leo en el editorial de El Mundo: “El 1 de mayo evidencia la pérdida de influencia de los sindicatos”, malintencionado dónde los haya, quiere decir que el puente tampoco te lo dan “ellos”. Como el día del trabajo lo celebro, con creces, a diario (sin pancarta, pura humildad), me dedico a lo que siempre quise hacer y no sabía cuándo: visitar el Palmeral.

El bosque de palmeras existe, doy fe. De un palmeral autóctono que data más de 2000 años atrás, la palmera datilera, que fue explotada por fenicios (tan ellos) y cuidada por políticas de parcelación, ordenamiento, riego y cultivo por los árabes (tan nosotros), se multiplica vigorosa y bellísima en Elx, y es, por derecho, el símbolo de una ciudad mucho mas crecida de lo que suponía, en espera (supongo) de una ley de justicia histórica para la Dama deportada a Madrid.

Si vuelvo a conocer a alguien interesado en paraísos artíficiales, le hablaré del Huerto del Cura, para añadir significados. Hace tiempo que entendí que las instituciones privadas deben coexistir con las públicas, y no me voy a poner purista ahora: unos conservadores “científicos” habrían obrado sobre el eclecticismo reinante, pero el Huerto no tendría la misma gracia sin Sisi emperatriz (que lo visitó en 1894), y desde luego, no sería famoso sin la Palmera Imperial, una “estrella” de 165 años de edad, y 8 toneladas de peso...(eso es mérito y no el de las “starlets” contemporáneas, compitiendo en cifras a la baja...) Así que vivan los conservadores “jardineros” que cuidan todas las palmeras traídas de todos los continentes, y que mantienen vivas a las cyccas, tan carboníferas ellas, y con el mérito de ser portadoras pioneras del misterio de las simientes.

Sigo leyendo: “La manifestación del Primero de mayo ha dejado de ser lo que era en España, por más que los sindicatos se esfuercen por protagonizar una jornada que los ciudadanos afrontan ante todo como un puente festivo. Y eso pese a que sigue habiendo problemas laborales como la precariedad, las condiciones de empleo de los emigrantes o situaciones como las de los llamados mileuristas que podrían reforzar el papel de los sindicatos. Pero parece que hay un divorcio también entre los trabajadores del siglo XXI y unos sindicatos que mantienen sus viejos modos y estructuras”

Se impone plan B, ¿no?

Cita de:
“El 1 de mayo evidencia la pérdida de influencia de los sindicatos”
Opinión. El Mundo.
02.05.07