Las telecos lo califican de 'barbaridad' y los usuarios aplauden la medida. El Ministerio de Industria ha dado el primer paso para prohibir las ofertas de banda ancha que no garanticen el 80% de la velocidad prometida, algo que sólo se cumple en las capacidades más bajas.
El dúo ADSL 3 megas de Telefónica quedaría fuera de la ley, al igual que el ADSL a 20 megas de Orange, Jazztel y Yacom, o el acceso de Telecable a 10 megas. Ninguno de ellos llega a dar el 80% de la velocidad que se promete en la oferta como media, según las cifras que las propias compañías remiten trimestralmente al Ministerio de Industria.
De hecho, ninguna operadora de ADSL o cable cumpliría la legalidad en las velocidades de acceso a internet desde 10 megas y sólo las firmas de cable lo harían en las capacidades intermedias que van de tres a nueve megas.
La realidad es que las telecos no dan a las usuarios la velocidad que anuncian en sus ofertas y eso es algo con lo que el Ministerio de Industria quiere terminar. ¿Cómo? Con la aprobación de una carta de derechos del usuario de telecomunicaciones en la que se incluye la prohibición "de que los operadores apliquen ofertas de acceso a banda ancha si no pueden garantizar que el usuario obtendrá el 80% de la velocidad publicitada", según adelantó ayer Miguel Sebastián, ministro de Industria, durante una comparecencia.
Esta propuesta está incluida en el borrador que se enviará hoy al Consejo Asesor de Telecomunicaciones como paso previo a su aprobación. A partir de ese momento, siempre que no haya cambios, las operadoras deberán revisar cada línea e informar al usuario de la velocidad máxima que pueden ofrecerle. Se entiende, aunque el ministro no lo explicó, que no podrán venderle una velocidad si no garantizan el 80%, así que tendrán que dar una oferta inferior que sí puedan avalar.
Con estas indicaciones, parece que queda descartado que el usuario pueda reclamar una indemnización por promesas no cumplidas. Aun así, las telecos han puesto el grito en el cielo y alguna ha calificado de 'barbaridad' y de "desconocimiento total de la tecnología" la propuesta.
Fuentes del sector aseguran que es técnicamente imposible garantizar una velocidad tan elevada, porque depende de multitud de factores. Unos son constantes, como la distancia entre el hogar y la central o la calidad de cable del cliente, pero otros son esporádicos, como el tráfico de internet en un momento dado, o ajenos al operador, como el equipo del usuario. Por ejemplo, Telefónica considera como 'una excelente conexión a internet' aquella que da el 80%, que es el mínimo que pide ahora el Gobierno.
La única forma de cumplir lo que pide Industria sería tener una cartera con multitud de velocidades, para que la distancia entre las ofertas sea mínima, algo que el sector considera "inviable". Además, en los casos de Orange, Jazztel y Yacom hay veces en que las velocidades más altas son más baratas que las bajas, así que la medida podría perjudicar al usuario.
El objetivo de la propuesta del ministro Sebastián es poner fin a las promesas de velocidades que nunca son reales. Así lo aplaudió la asociación de consumidores Facua, aunque criticó la tardanza de la medida y la falta de contactos con los implicados para redactar una norma de ese calado.
El problema es que no sólo las ofertas a altísimas velocidades, los ultrafamosos 20 megas, dan velocidades reales mucho más bajas de lo que se promete, sino que el problema empieza en cuanto se pasa de dos megas. Por debajo de esta capacidad, todos los operadores cumplen, de media, el requisito de Industria. Pero a partir de ahí, la historia es diferente. Los tres megas de Telefónica, el ADSL más popular en España, suspenden la prueba, aunque por poco, y todo el resto de propuestas de ADSL. El cable, sin embargo, es más fiable y cumple en casi todos los casos, aunque no dispone de ofertas a alta velocidad.
El dúo ADSL 3 megas de Telefónica quedaría fuera de la ley, al igual que el ADSL a 20 megas de Orange, Jazztel y Yacom, o el acceso de Telecable a 10 megas. Ninguno de ellos llega a dar el 80% de la velocidad que se promete en la oferta como media, según las cifras que las propias compañías remiten trimestralmente al Ministerio de Industria.
De hecho, ninguna operadora de ADSL o cable cumpliría la legalidad en las velocidades de acceso a internet desde 10 megas y sólo las firmas de cable lo harían en las capacidades intermedias que van de tres a nueve megas.
La realidad es que las telecos no dan a las usuarios la velocidad que anuncian en sus ofertas y eso es algo con lo que el Ministerio de Industria quiere terminar. ¿Cómo? Con la aprobación de una carta de derechos del usuario de telecomunicaciones en la que se incluye la prohibición "de que los operadores apliquen ofertas de acceso a banda ancha si no pueden garantizar que el usuario obtendrá el 80% de la velocidad publicitada", según adelantó ayer Miguel Sebastián, ministro de Industria, durante una comparecencia.
Esta propuesta está incluida en el borrador que se enviará hoy al Consejo Asesor de Telecomunicaciones como paso previo a su aprobación. A partir de ese momento, siempre que no haya cambios, las operadoras deberán revisar cada línea e informar al usuario de la velocidad máxima que pueden ofrecerle. Se entiende, aunque el ministro no lo explicó, que no podrán venderle una velocidad si no garantizan el 80%, así que tendrán que dar una oferta inferior que sí puedan avalar.
Con estas indicaciones, parece que queda descartado que el usuario pueda reclamar una indemnización por promesas no cumplidas. Aun así, las telecos han puesto el grito en el cielo y alguna ha calificado de 'barbaridad' y de "desconocimiento total de la tecnología" la propuesta.
Fuentes del sector aseguran que es técnicamente imposible garantizar una velocidad tan elevada, porque depende de multitud de factores. Unos son constantes, como la distancia entre el hogar y la central o la calidad de cable del cliente, pero otros son esporádicos, como el tráfico de internet en un momento dado, o ajenos al operador, como el equipo del usuario. Por ejemplo, Telefónica considera como 'una excelente conexión a internet' aquella que da el 80%, que es el mínimo que pide ahora el Gobierno.
La única forma de cumplir lo que pide Industria sería tener una cartera con multitud de velocidades, para que la distancia entre las ofertas sea mínima, algo que el sector considera "inviable". Además, en los casos de Orange, Jazztel y Yacom hay veces en que las velocidades más altas son más baratas que las bajas, así que la medida podría perjudicar al usuario.
El objetivo de la propuesta del ministro Sebastián es poner fin a las promesas de velocidades que nunca son reales. Así lo aplaudió la asociación de consumidores Facua, aunque criticó la tardanza de la medida y la falta de contactos con los implicados para redactar una norma de ese calado.
El problema es que no sólo las ofertas a altísimas velocidades, los ultrafamosos 20 megas, dan velocidades reales mucho más bajas de lo que se promete, sino que el problema empieza en cuanto se pasa de dos megas. Por debajo de esta capacidad, todos los operadores cumplen, de media, el requisito de Industria. Pero a partir de ahí, la historia es diferente. Los tres megas de Telefónica, el ADSL más popular en España, suspenden la prueba, aunque por poco, y todo el resto de propuestas de ADSL. El cable, sin embargo, es más fiable y cumple en casi todos los casos, aunque no dispone de ofertas a alta velocidad.
Industria exigirá que el ADSL navegue al 80% de lo prometido
Inés Abril
Cínco Días /15.07.08
http://www.cincodias.com/articulo/empresas/Industria/exigira/ADSL/navegue/prometido/cdscdi/20080715cdscdiemp_19/Tes/
2 comentarios:
un abrazo tu amigo
pepe.
¿La cócte? ¿la cócte? ¿la cócte?
:-)
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