No me gustan las malas noticias. No me gustan las noticias que todos los medios consideran por unanimidad que es la noticia. Y es verdad que el dato es impresionante, pero a quién le pueden sorprender los cuatro millones de parados, después de los tres millones y medio largos de las cifras oficiales de marzo según la Seguridad Social.
En el fondo, soy un privilegiado, autónomo, que por primera vez tengo IVA a compensar en mi declaración trimestral y que vivo en Madrid. Por la mañana estuve en Mercadona, haciendo la compra, y allí parecían que regalaban los alimentos. Dicen que hay otros supermercados que están de capa caída, con problemas. ¿No será que no han sabido adaptarse a los tiempos nuevos que corren?
Estuve también en la estación de RENFE en Chamartín a buscar a unos parientes. Llegué pronto y presencié la partida de un Alvia a Asturias. Repleto hasta la bandera. Sí, era víspera de festivo, pero el lunes anterior estuve a despedir a los parientes y el tren también marchó lleno, esta vez a Cantabria. En el que venían mis parientes, del norte, también se colgó el cartel de no hay billetes. RENFE puede confirmar los niveles de ocupación. Mi hermano que salió con sus hijos a la Sierra de fin de semana, se comió un atasco de campeonato. Daba miedo, parados en la autopista de la Coruña. Mucho parado… en movimiento.
Por la noche estaba invitado a una cena de cumpleaños en un restaurante nada barato, buena marisquería y mejores arroces. Lleno hasta la bandera. Después de la cena cuando salimos a la calle, Ponzano, por más señas, estaban las cervecerías abiertas, y llenas hasta la bandera. Otros locales también estaban con ambiente de marcha. Cambiamos de zona para tomar una copa y tuvimos problemas para encontrar un sitio donde poder charlar tranquilos. Eso sí, tres whiskys y una cerveza: 28 euros en una terracita de nada y estaba… llena hasta la bandera.
El taxi de vuelta, un Mercedes impecable, me sacó del bolsillo otros 14 euros por ir de la glorieta de Bilbao a la Plaza Castilla. El chófer se quejaba de que le había caído algo el trabajo con empresas, pero que lo cubría trabajando más por la noche. El tráfico a las tres de la mañana era fluido e intenso. Hasta ahí podíamos llegar. Mucho privilegiado ¿O estaba la gente buscando trabajo a esas horas?
El paro desborda al gobierno: 4.010.536 parados, datos de una Encuesta de Población Activa. Y un culpable, el presidente del gobierno, como si este ZP fuera Superman. ¿Por qué no me fiaré de las encuestas?
Al día siguiente llamé a tres amigos. A uno no lo localicé, seguro que estaba durmiendo la mona todavía, pero los otros dos me confirmaron que en sus ciudades, Vigo y Sevilla, donde hay la crisis campa a su aire según la famosa encuesta, la noche mantiene un pulso contra los titulares de periódico.
En el centro de Madrid había mucha actividad. Los turistas merodeaban por los museos y las terracitas con sol repletas de gente que charlaba animadamente. Cuando regresaba en autobús observé el escaparate de la inmobiliaria Roan, la misma que ha despertado tanta expectación con sus pisos-ganga. Hace una semana, a la una de la tarde del domingo, había en la cola 140 personas. El tiempo de espera para que te atendieran era de dos horas. Feria Inmobiliaria 23, 24, 25 y 26 de abril de Roan Inmobiliaria, con pisos de Caja Madrid y otros, ofertas con bajadas de hasta 50% en el precio. Según me comentaron, la gente salía satisfecha y los vendedores también estaban contentos con la iniciativa. ¿Cuántos pisos se vendieron? El secreto mejor guardado.
Escucho la radio mientras paseo y me informa de que en Vitoria ha habido un Congreso de Cocina de Autor hace poco. Lleno hasta la bandera. Comidas previstas para cuarenta personas, tuvieron que ampliar a noventa.
Me pregunto cuál es el interés de los medios de comunicación en hacer ver las cosas peor de lo que están. Ellos en su conjunto han sido los palmeros del descalabro. Beneficiados primero a través de la publicidad en la primera fase y colaboradores necesarios en el desarrollo de la crisis en su segunda parte, la actual, llevando al personal a la depresión con la información negativa y sin esperanza. En el pecado están llevando la penitencia. Ya veremos cuántos aguantan el tirón de esta crisis. Algunos van a morir matando. Otro día hablaremos de los medios.
Privilegiados, veo que hay muchos en la ciudad de Madrid. Estoy seguro que en Valencia, Barcelona, y en el resto de España hay más, pero los medios hablan de las familias que no tienen ni un solo sueldo y están en el paro. Qué putada. ¿Saben cuál es el programa más visto los viernes noche en televisión: ¿Mi vida en una chabola? De Cuatro TV. Más de dos millones y medio de espectadores. Pobre Sardá, se ha vuelto a equivocar. Pero en algo lleva razón: ¡Menuda Tribu que somos!
En el fondo, soy un privilegiado, autónomo, que por primera vez tengo IVA a compensar en mi declaración trimestral y que vivo en Madrid. Por la mañana estuve en Mercadona, haciendo la compra, y allí parecían que regalaban los alimentos. Dicen que hay otros supermercados que están de capa caída, con problemas. ¿No será que no han sabido adaptarse a los tiempos nuevos que corren?
Estuve también en la estación de RENFE en Chamartín a buscar a unos parientes. Llegué pronto y presencié la partida de un Alvia a Asturias. Repleto hasta la bandera. Sí, era víspera de festivo, pero el lunes anterior estuve a despedir a los parientes y el tren también marchó lleno, esta vez a Cantabria. En el que venían mis parientes, del norte, también se colgó el cartel de no hay billetes. RENFE puede confirmar los niveles de ocupación. Mi hermano que salió con sus hijos a la Sierra de fin de semana, se comió un atasco de campeonato. Daba miedo, parados en la autopista de la Coruña. Mucho parado… en movimiento.
Por la noche estaba invitado a una cena de cumpleaños en un restaurante nada barato, buena marisquería y mejores arroces. Lleno hasta la bandera. Después de la cena cuando salimos a la calle, Ponzano, por más señas, estaban las cervecerías abiertas, y llenas hasta la bandera. Otros locales también estaban con ambiente de marcha. Cambiamos de zona para tomar una copa y tuvimos problemas para encontrar un sitio donde poder charlar tranquilos. Eso sí, tres whiskys y una cerveza: 28 euros en una terracita de nada y estaba… llena hasta la bandera.
El taxi de vuelta, un Mercedes impecable, me sacó del bolsillo otros 14 euros por ir de la glorieta de Bilbao a la Plaza Castilla. El chófer se quejaba de que le había caído algo el trabajo con empresas, pero que lo cubría trabajando más por la noche. El tráfico a las tres de la mañana era fluido e intenso. Hasta ahí podíamos llegar. Mucho privilegiado ¿O estaba la gente buscando trabajo a esas horas?
El paro desborda al gobierno: 4.010.536 parados, datos de una Encuesta de Población Activa. Y un culpable, el presidente del gobierno, como si este ZP fuera Superman. ¿Por qué no me fiaré de las encuestas?
Al día siguiente llamé a tres amigos. A uno no lo localicé, seguro que estaba durmiendo la mona todavía, pero los otros dos me confirmaron que en sus ciudades, Vigo y Sevilla, donde hay la crisis campa a su aire según la famosa encuesta, la noche mantiene un pulso contra los titulares de periódico.
En el centro de Madrid había mucha actividad. Los turistas merodeaban por los museos y las terracitas con sol repletas de gente que charlaba animadamente. Cuando regresaba en autobús observé el escaparate de la inmobiliaria Roan, la misma que ha despertado tanta expectación con sus pisos-ganga. Hace una semana, a la una de la tarde del domingo, había en la cola 140 personas. El tiempo de espera para que te atendieran era de dos horas. Feria Inmobiliaria 23, 24, 25 y 26 de abril de Roan Inmobiliaria, con pisos de Caja Madrid y otros, ofertas con bajadas de hasta 50% en el precio. Según me comentaron, la gente salía satisfecha y los vendedores también estaban contentos con la iniciativa. ¿Cuántos pisos se vendieron? El secreto mejor guardado.
Escucho la radio mientras paseo y me informa de que en Vitoria ha habido un Congreso de Cocina de Autor hace poco. Lleno hasta la bandera. Comidas previstas para cuarenta personas, tuvieron que ampliar a noventa.
Me pregunto cuál es el interés de los medios de comunicación en hacer ver las cosas peor de lo que están. Ellos en su conjunto han sido los palmeros del descalabro. Beneficiados primero a través de la publicidad en la primera fase y colaboradores necesarios en el desarrollo de la crisis en su segunda parte, la actual, llevando al personal a la depresión con la información negativa y sin esperanza. En el pecado están llevando la penitencia. Ya veremos cuántos aguantan el tirón de esta crisis. Algunos van a morir matando. Otro día hablaremos de los medios.
Privilegiados, veo que hay muchos en la ciudad de Madrid. Estoy seguro que en Valencia, Barcelona, y en el resto de España hay más, pero los medios hablan de las familias que no tienen ni un solo sueldo y están en el paro. Qué putada. ¿Saben cuál es el programa más visto los viernes noche en televisión: ¿Mi vida en una chabola? De Cuatro TV. Más de dos millones y medio de espectadores. Pobre Sardá, se ha vuelto a equivocar. Pero en algo lleva razón: ¡Menuda Tribu que somos!
elconfidencial.com
TRIBUNA LIBRE
¿Crisis? ¿Dónde está la crisis?
En las marisquerías de Madrid, no
Cándido Sanz
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