sábado, 20 de septiembre de 2008

OPCIONES ALTERNATIVAS


BBVA, Banco Santander, La Caixa, Caixa Catalunya, Barclays, Bankinter, Caja Madrid.. y así hasta 39 entidades bancarias y de crédito se les ponen los pelos de punta cuando escuchan la historia del activista catalán Enric Duran, de tan sólo 32 años, que ha conseguido robarles el nada despreciable montante de 492.635 euros.

Este moderno ladrón de bancos, que se ha hecho con esta suma a través de 68 operaciones de crédito, no pretendía hacerse rico -según cuenta él mismo en la revista gratuita Crisis que se reparte en Cataluña-; sino que “he robado a los que nos roban para denunciarlos y construir alternativas de sociedad”.


El Robin Hood del siglo XXI

Enric Duran, que bien podría ser el nuevo Robin Hood del siglo XXI, empezó a gestar su plan hace ya dos años y asegura haber conseguido todo el dinero “sin propiedades ni avales”. El joven se plantaba en los bancos, cajas o entidades financieras de crédito haciéndoles creer que “me quería reformar el piso o comprar un coche”.

En algunos caso, pero, el bulo estaba más trabajado. En ciertas ocasiones necesitaba crear una empresa para poder justificar determinadas inversiones como la compra de material audiovisual para una productora. Duran, cuenta, que “la ventaja de pedir un préstamo desde una empresa es que la deuda como empresa, aunque sea una sociedad unipersonal, no aparece en tu historial de deuda personal, de manera que puedes aumentar lo que debes hasta el infinito sin que el CIRBE (sistema de información sobre deuda del Banco de España) lo detecten”.
Con estas argucias, aprovechando algunas lagunas del sistema, el activista consiguió robar hasta en cuatro ocasiones a Caixa Catalunya un total de 11.857 euros y a Banco Cetelem donde recogió 25.889 euros; o hasta tres veces recibió dinero de Deutsche Bank, BBVA, BSCH y Banco Sabadell, donde consiguió las sumas de 20.300 euros, 39.070 euro, 30.200 euros y 18.400 euros, respectivamente. Y así, sumó y siguió hasta los 492.635 euros.


Inventó una profesión y una abultada nómina

Duran, que conocía a la perfección las reticencias de los bancos a prestar importantes cantidades, inventó una profesión y falsificó una buena nómina en la que hacía creer que ganaba muy por encima del dinero que necesitaba. Así mismo, también debía presentar los extractos bancarios adecuados, que conseguía moviendo el dinero de cuentas de empresa o cuentas personales a través de transferencia de nóminas para simular ingresos personales, que los bancos, a la vista de los acontecimientos, creían.

Robin ha destinado el dinero sustraído a los bancos, al final 360.000 euros tras pagar comisiones, intereses, notarios e impuestos, a diversas acciones e iniciativas dirigidas tanto a conciencias sobre la crisis sistemática –energética, alimentaria, económica- como al movimiento social que “debe ponerse en marcha para sustituir el actual modelo capitalista por otro más sostenible”.

El activista, que sabe que robar es delito y que debería afrontar varias acusaciones penales que le podría acarrear hasta seis años de cárcel por estafa mayor y hasta tres más por insolvencia punible, anuncia en su artículo que en las últimas horas ha dejado España, porque “no creo que el sistema judicial esté legitimado para juzgarme”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

robin...... que tio..


un abrazo, tu amigo pepe