jueves, 6 de agosto de 2009

LA COSA DEL CALOR

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada día soy más agüelo-cebolletas...


Repartiendo una zona turística en verano siendo estudiante me toca un complejo gay, jeje, con cartelitos indicando la necesidad de llevar toallas en zonas comunes y no andar de picos pardos igualmente, todo aderezado de banderolada, y muchos años antes de la Explosión de Chueca, rojo, rojo como un tomate, luego me trataron fantásticamente, prefería ir allí a repartir que a hoteles de 5 de la riu, p.ej.


Otra perorata..., un compañero de estudios que vive en Alemania y se ha casado allá, viene un par de veces al año a un hotel naturista a 100 Km de donde estoy y bajo pa'estar con ellos (me quedo a dormir en un roullotte emprestada al pairo), al visitarlos en el hotel no sé pa'donde mirar, es un rato más violento que en los gimnasios, ellos vienen cuando hay carne fresca, no cuando los jubiletas, y las especímenes son de revista.

Y entoavía tengo mais historietas pa'dispués :-)