lunes, 24 de noviembre de 2008

ADIVINOS


"Él último artículo de Roubini en Forbes sigue con su descorazonadora línea habitual y, tras los últimos datos de ventas minoristas conocidos en Estados Unidos, donde el peso del gasto privado es un 15% superior al de España, recoge las, en su opinión, “Veinte razones por las que los estadounidenses no consumimos” y, por ende, nos vemos abocados a una recesión plurianual, cabría concluir con él. El problema es que podemos cambiar el gentilicio por españoles, y no iríamos muy desencaminados. Casi todos los factores que el profesor de la NYU señala en su pieza son extrapolables, casi en su literalidad, a nuestro país. Y teniendo en cuenta la mayor rigidez de nuestra economía frente a la norteamericana, no es difícil aventurar una concreción de la crisis más virulenta dentro de nuestras fronteras. Vamos sin más dilación con la enumeración selectiva de sus argumentos:

1. El consumidor español tiene de todo habiendo consumido por encima de sus posibles los últimos ejercicios.

2. El consumidor español está extraordinariamente apalancado, con un nivel de deuda sobre renta disponible del 140%, similar al del ciudadano de los Estados Unidos tras haber doblado en los últimos quince años.

3. El consumidor español es muy sensible a los movimientos de los tipos de interés ya que casi toda su deuda es a interés variable.

4. El consumidor español ha utilizado sus deudas con garantía real a largo plazo para financiar bienes de consumo inmediato o duradero aprovechando el efecto temporal de los bajos tipos de interés y la subida en el valor de las garantías.

5. El valor de su riqueza está disminuyendo de forma acelerada no sólo por la contracción del precio de la vivienda, que en nuestro país de momento no ha seguido la estela de los mercados anglosajones, sino por la caída de los mercados de acciones que han dejado en la mitad el valor de las inversiones de los consumidores.

6. La posibilidad de refinanciar operaciones crediticias es limitada dada la actual restricción de liquidez que afecta a los mercados financieros y la propia situación de debilidad de las entidades financieras.

7. La renta disponible se ve amenazada, por su parte, por el salvaje repunte del paro donde pesará el elevado crecimiento de los costes laborales unitarios en los últimos años y la escasa productividad de la economía española.

8. La confianza del consumidor vuelve a estar cerca de los mínimos, con una absoluta desconfianza de los hogares tanto en la situación presente como en la futura de nuestra economía lo que paraliza las decisiones de consumo actuales y condiciona las venideras.

9. Como también actúa de freno la amenaza de deflación que incide negativamente sobre el valor real de las deudas y ahonda en la prudencia consumidora ante la posibilidad de obtener mejores precios sobre los mismos bienes con el transcurso de los meses.

10. Las bajadas de tipos de interés no servirán para estimular la demanda interna ya que para que tal fenómeno se produzca se requiere que la oferta monetaria sea superior a la demanda de liquidez a fin de que esas bajadas se trasladen por parte de los bancos a la economía real. Pero no es el caso. Y, si lo fuera, los particulares destinarían ese dinero al ahorro y el repago de deudas antes que al consumo. No olvidemos el punto 1. "




elconfidencial.com 24.11.08



http://www.cotizalia.com/cache/2008/10/01/noticias_13_economista_roubini_insta_bancos_centrales.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace un mes en la revista newsweek en un avión lo leí cuando mi compañero de fila en el asiento del medio la dejó y se puso a roncar porque venía mú cansao de Osaka y estaba jodío por el transbordo.

Y se refería a Europa occidental, el consumo es en toda la franja...

:-)

prometo buscar el artículo