lunes, 17 de septiembre de 2007

MIRAR Y VER


Hyeronimus Van Aeken, El Bosco, (1450- 1516) es uno de los pintores más apasionantes y enigmáticos de toda la historia de la pintura. Pintó obsesionado por reflejar en sus obras una visión total y completa del hombre, no sólo de sus gestos, rasgos y actitudes, sino de diferentes enfermedades y defectos en convivencia con demencias y vicios que afectan por igual a humanos y a seres fantásticos, fruto de su particular visión onírica.

El carro de heno es un tríptico en cuya tabla central aparece un enorme carro repleto de heno y un sinfín de personajes. En la cima del carro se desarrolla una escena cortesana, unos amantes, la música, y un ángel y un diablo, a los que el propio Jesucristo contempla resignado.

El carro es gigantesco y está completamente lleno. Según todos los expertos, el tema alude a un versículo de Isaías: “Toda carne es como el heno y todo esplendor como la flor de los campos. El heno se seca, la flor se cae”. Estamos ante una alegoría de lo efímero de los bienes y placeres materiales y de lo pasajero de todo lo de este mundo. A esa felicidad terrenal y material, representada por el carro, quieren subirse todos. En ese intento están todas las clases sociales, reyes y obispos, pueblo llano, etc. La gente se pelea y se empuja por conseguirlo desesperadamente mientras príncipes y prelados cabalgan mansamente porque ya tienen la riqueza (el heno) conseguida; representan el pecado del orgullo. A los pies del carro vemos otros pecados capitales: el mendigo farsante (con un niño), es la avaricia que conduce al engaño y al fraude. El médico embaucador (con diagramas y frascos en una mesa para impresionar a sus víctimas) tiene la bolsa llena de heno al tener ganancias conseguidas ilícitamente. A la derecha varias monjas introducen heno en un saco (atesoran riquezas) mientras las vigila un monje con abultada panza, símbolo de la gula. Varias escenas de violencia se desarrollan en torno a él, mientras diversos seres tiran del carro.
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El Bosco denuncia con estas escenas el egoísmo, la codicia y la ambición que anidan en el ser humano sea cual sea su condición social y económica.

http://es.wikipedia.org/wiki/El_Carro_de_Heno

4 comentarios:

Anónimo dijo...

el egoísmo, la codicia y la ambición que anidan en el ser humano.

nada que comentar, estupendo post,

un abrazo pepe

La Cibeles dijo...

Los cortypegas nunca son estupendos...

Anónimo dijo...

alai

Alai dijo...

los que mas tienen son lo sque mas quieren