jueves, 6 de diciembre de 2007

EL ARTE DE VERSIONAR



En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.


Pequeño vals vienés
(1929-1930)
Federico García Lorca


5 comentarios:

Anónimo dijo...

un bonito post,con las palabras de Lorca...

que tengas un buen dia.

un abrazo pepe.

Paco dijo...

He de reconocer que tanto una versión como otra, me ponen los pelillos de punta.
SALUDOS

Paco dijo...

He vuelto a escuchar ambas versiones, o sea, repetimos, y ni Cohen ni Morentes me hacen inclinar la balanza.
Te agradezco el post, he disfrutado.

La Cibeles dijo...

ggllbbsss...estoy desesperá porque el blogger se ha puesto todo en inglés y no consigo hacerle entrar en razón...pero...

..a mi también me gustan los dos...o sea, los tres...Morente me llega a los centros, Leonard Cohen a los epicentros...y Lorca directo al corazón...

Anónimo dijo...

paseando por Viena se intuye más el espíritu
:-)

anornimeitor

me quedo con la música de Cohen, el texto de Lorca en letra y el alma de Morente, supongo que si añadiríamos algunos más no vendrían en balde...