...Pero lo gordo del asunto es que tú, con tu carrito, reduces al año 800/900 gramos de residuos de plástico en concepto de bolsas, y ellos en una semana te «venden» kilo y medio de basura en forma de envases de plástico. Tienes en sus estanterías PE; PP; PS; PET; PE AD; PE BD... y toda la gama imaginable de plásticos a tu disposición. Hortalizas del Levante envueltas en plástico, verduras, embutidos, champú, lácteos, refrescos... sin límite. Y ahora resulta que el mayor problema ambiental son las dichosas bolsas que te proporciona la cajera. A esto se le llama intentar engañar a un bobo.
Quienes han acabado con el comercio local, quienes ponen la soga en el cuello de los productores locales, con carnes de Rumanía, verduras y hortalizas traídas de Africa, con leche y quesos alóctonos, con agua «extranjera», frutas tropicales y pescados «índicos», pretenden responsabilizarnos, ahora, a los consumidores del estado del planeta.
Entendemos que en esta época de crisis en el consumo, los responsables de marketing de las grandes superficies, pretendan mejorar la imagen corporativa dándose un «lavado verde».
Pero es inaceptable que todo el peso recaiga sobre la conciencia del consumidor. Se nos pide que demos el paso y hagamos el esfuerzo, pero ellos mientras tanto se ahorran el coste de las bolsas y el correspondiente pago del punto verde de las mismas.
Si los fabricantes, envasadores, y grandes superficies comerciales, quisieran hacer algo de verdad por reducir las agresiones al medio ambiente y al aumento de residuos que sus negocios generan, mejor harían en reducir el sobreenvasado, poner a nuestra disposición la opción de adquirir envases retornables, fomentar los productos locales, pagar precios dignos a nuestros productores y un largo etcétera.. Seguro que estas medidas van en contra de sus beneficios, pero seguro que son más eficaces para respetar el medio ambiente, que la anécdota de retirar las bolsas...
A vueltas con la bolsa de plástico
Juan Mari Beldarrain
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