lunes, 11 de junio de 2007

MONSIEUR & FRAU


Tal como estaba previsto, la Unión por un Movimiento Popular (UMP) del presidente Nicolas Sarkozy se impuso fácilmente en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas, con el Partido Socialista (PS) como segunda fuerza más votada, pero a considerable distancia. Ayer se produjo la gran criba de los más de 7.600 candidatos que aspiran a conseguir uno de los 577 escaños que integran la Asamblea Nacional. De no mediar un considerable vuelco del electorado en la segunda vuelta, que se celebrará el domingo que viene, el partido gubernamental tiene prácticamente garantizada la mayoría absoluta.Aunque el Parlamento francés ha ido creciendo en importancia desde los inicios de la V República, cuando apenas era una extensión de la presidencia, es evidente que el sistema político del país vecino sigue teniendo un carácter marcadamente presidencialista, especialmente en materia de defensa y de política exterior. Aun así, en los últimos 30 años no han sido infrecuentes los periodos de la llamada cohabitación, con un presidente compartiendo el poder con un gobierno y un primer ministro surgidos de una mayoría en la Asamblea Nacional distinta a la que pertenecía el jefe del Estado.En esta ocasión, en cambio, da la sensación de que los franceses están dispuestos a conceder a la mayoría representada por Nicolas Sarkozy una genuina oportunidad para poner en marcha las reformas estructurales que el país necesita para, entre otros retos, afrontar con éxito el de la globalización. Pero no adelantemos acontecimientos; ha habido otros presidentes con similar respaldo parlamentario que, sin embargo, se han deslizado por la pendiente del inmovilismo.-->


Refrendo a Sarkozy
(La Vanguardia - Opinión)
11.06.07


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