lunes, 19 de noviembre de 2007

CARTEROS


"Veinte años en la calle, celebran hoy quienes desde hace quince me albergan. Y pues de aniversarios estamos, acabo de calcular que éste es mi artículo número setecientos cincuenta. En lo que a mí se refiere voy a ahorrarles a ustedes hacer balance extenso del asunto, porque hace casi un año, con motivo del número 1.000 de XLSemanal, ya dediqué folio y medio a contar por qué sigo aquí dando la brasa: porque me lo paso de muerte dando escopetazos –¿Acaso no se mata a los caballos?, novela de Horace McCoy llevada al cine bajo el título Danzad, danzad, malditos–, porque hay cartas entrañables de lectores que me obligarían a seguir frecuentando mi particular e imaginario bar de Lola aunque se me fueran las ganas, y porque la gente que me publica esta página ha demostrado con creces, durante esos largos y movidos quince años, una lealtad a toda prueba. Y cuando digo a toda prueba quiero decir exactamente eso: libertad en plan tú mismo y ahí está el Código Penal, y lealtad a prueba de damnificados vociferantes, publicitarios o anunciantes sedientos de sangre, políticos de Cómo Permitís Que Ese Cabrón, paletos de campanario, neohistoriadores de pesebre, falangistas de correaje, comisarios de checa de Bellas Artes, meapilas de Camino Verde Que Va a La Ermita, imbéciles de género y génera, y feminatas desaforadas con la pepitilla seca o hecha un lío. No sé si me explico. Ni si olvido algo.

Lo que me gustaría hoy, ya puestos a dedicar esta página, como me han sugerido, a celebrar el cumpleaños feliz, es dedicar un saludo de agradecimiento a quienes trabajan en el envés de la trama, y también a los compañeros con quienes comparto, o compartí en tiempos pretéritos, el trabajo en esta revista dominical, colorín o como se llame. A estos últimos, los de ahora, los conocen ustedes, pues basta con pasar las páginas para encontrar sus nombres, incluido el del cartero que me sufre. Así que también se los ahorro. Resulta estupendo, gratificante y educativo compartir papel con casi todos, incluido Paulo Coelho, que pese a sus esfuerzos místicos no ha logrado todavía hacerme ver la luz; pero lo mismo cualquier día uno de sus artículos me enciende la bombilla y me voy al Tíbet. Nunca se sabe. Otros colegas ya no teclean aquí, pero con algunos llegué a pasar buenos ratos echando pan a los patos. No puedo olvidar, entre ellos, a Ángeles Caso, a Marina Mayoral, a Antonio Muñoz Molina y sobre todo a Javier Marías, el perro inglés con quien precisamente la vecindad de página fraguó una amistad pintoresca, singular, que perdura aunque cada uno de nosotros curre ahora en diferentes pastos. La mejor prueba de esa amistad reside en el hecho insólito de que, cuando yo escribo aquí un artículo que desagrada a alguien, las hostias se las lleva él. Lo que, dicho sea de paso, me encanta. Los amigos están para eso. Para buscarles la ruina."


... / ...


20, 15, 750
Arturo Pérez-Reverte
Patente de corso
El Semanal
18.11.07




7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que levante el dedo, el cartero de San Lorenzo del Escorial, por ejemplo

:-)

Bueno, si no rota cada 6 meses o más, que podría ser el caso...

Anónimo dijo...

...que dices chavalín...tanto San Lorenzo como El Escorial de abajo tienen muuuchos carteros...pero ést@ es de Gala...faltaría más...

Anónimo dijo...

No si tienen varios en Fuente del Saz, como pa'q el Escorial tuviera uno sólo, me refería por orden probabilístico que pudiera ser un contratado...

Que lo fui y mucho..., no tanto como para tomarlo un trabajo serio

:-)

La Cibeles dijo...

Pues en San Lorenzo, como corresponde a su alcurnia, hay que ser un pata negra para poder optar, pero los demás pueblos de Dios (con sus famos@s) se nutren de carne tierna de contratad@...

Anónimo dijo...

menudo día...

un abrazo.

que pases una buena tarde/noche.

Anónimo dijo...

Saludos, La Cibeles.
PARA CENAR:
Crema de calabacín -sin pipas, cocido con medio vaso de agua, dos cucharadas de aceite de oliva y sal al gusto, escurrido y luego molido con algo de queso parmesano-. Una vez servido pizca de pimienta molida.
De segundo, rodaja de corvina a la plancha con guarnición de verduras.
De postre, alguna fruta del tiempo.
Para beber, agua sin gas que mañana hay que trabajar.

Anónimo dijo...

Sí,Pepe, menudo día...frio lluvia viento...no ha faltado ningún elemento...la Meseta en su salsa...nada que ver con el borde del mar...


A ver Paco, despacito...¿al calabacín se le sacan las pipas? ¿y que te queda?...¿pura delicatessen?...lo que pasa es que con los precios de las verduritas da cargo de conciencia hasta quitar la piel...

Yo tengo crema de zanahorias con pizcas de jamón serrano crujiente de sartén...te mueres (la aliño con pizca nuez moscada y pizca de comino?

Lo del jamón lo ví el otro día en la tele, que si lo pones en la plancha despacio hasta que queda crujiente, lo rompes, y sale una cosa que se llama sal de jamón, y vale pa tó.

La corvina no tengo idea como es, o sea, se que existe...pero que no me la han presentado...en el mercado no hay...supongo que serán ventajas de la costa...

Yo me hallo en pleno proceso de experimentación con la yuca, que no alimenta mucho, pero no engorda ná ;-) y está rica rica...