miércoles, 7 de noviembre de 2007

ES UN ESCÁNDALO


La vida es hoy ¿un poco? más cara que ayer.

El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha hecho públicos los datos sobre la subida de los precios de los alimentos básicos en el mes de octubre y las cifras son poco esperanzadoras. Sube el tomate, la cebolla, los huevos, el aceite de girasol… en definitiva, la temida cesta de la compra. Y con incrementos mensuales que, cuanto menos, distan de ser pequeños.

Que la carestía del trigo y el petróleo empieza a hacer mella en la economía doméstica es un hecho constatado. La pregunta ahora es cómo va a afectar eso al día a día de los españoles. Platos típicos de la popular dieta mediterránea van camino de convertirse en verdaderos artículos de lujo. Así, la tortilla de patata con cebolla es un 10% más cara que el pasado mes de enero. Si a esto le sumamos la fuerte subida del pan, haciendo cálculos tenemos que los españoles se dejarán 50 euros más al año en el pincho de media mañana.

"No llego a final de mes" parece haberse convertido en la frase más repetida entre los ciudadanos últimamente y no es para menos. Al incremento de las hipotecas hay que sumar el hecho de que hacer la compra se está convirtiendo en un verdadero "sudoku" para muchos hogares españoles. Las cuentas no cuadran y el precio de los alimentos básicos no hacen más que ir en aumento.

En el mes de octubre ha subido el aceite de girasol refinado un 9,10%, la leche un 8,24%, los tomates para ensalada un 6,13%, la harina un 4,65%, los huevos un 4,32%, las salchichas de Frankfurt un 4,29%, las naranjas un 3,53%, los limones un 3,39%, la carne de pollo un 3,25%, y las acelgas un 2,36%.

Datos que no son más optimistas si se echa la vista atrás 10 meses. De enero al día de hoy tenemos que productos como las sardinas son un 14,7% más caras, el pan un 17% y los espaguetis un 8,46%, entre otros muchos productos.

La fuerte subida del precio del trigo, que el pasado mes de septiembre superó por primera vez en su historia los 9 dólares, como consecuencia de la sequía que azota Australia y del fuerte aumento de la demanda en países como Egipto o la India, y la escalada del precio del petróleo han hecho un flaco favor a las economías domésticas.

De hecho, que el barril se venda en Europa a 92 dólares ha repercutido en el precio de los combustibles y, por extensión, en el de los productos que requieren de transporte. Tal es así que la patronal de la conserva de pescado ha asegurado no poder resistir este aumento de los costes sin aumentar sus ingresos y en el I Congreso Internacional del Atún de Azores, celebrado la semana pasada, ha anunciado una subida del 20% del precio de las latas.

Pero eso no es todo. La cesta de la compra no sólo sube para las familias españolas, también lo hace para el sector de la hostelería. Es por ello que el precio de los menús de los restaurantes también se han incrementado en más de un 10% en lo que llevamos de año.

Y lo peor está por llegar. A estas cifras cerradas a 31 de octubre hay que añadir que se acercan las fiestas navideñas con su tradicional incremento de los precios. Si la Unión de Consumidores de España alertó sobre la subida de más de un 50% de los dulces típicos de la festividad de Todos los Santos, ¿qué pasará en diciembre?





El pincho de tortilla, por las nubes
María Igartua
elconfidencial.com
07.11.07




http://www.cotizalia.com/cache/2007/11/07/13_pincho_tortilla_nubes.html

http://www.mityc.es/es-ES/Servicios/GabinetePrensa/NotasPrensa/nppreciosalimentacionoctubre.htm

http://www.elpais.com/articulo/economia/Zapatero/atribuye/petroleo/cereales/mal/dato/inflacion/elpepueco/20071107elpepueco_5/Tes?print=1

7 comentarios:

Anónimo dijo...

interesante lo publicado.

pero donde esta la solucion?

un abrazo Cibe


pepe

La Cibeles dijo...

¿Quién ha dicho que hay solución?

Tengo mis teorías al respecto de por qué se está empezando a producir el terrorismo de los alimentos, pero es compleja y bastante increíble (alguien la compartirá). Y por supuesto puede ir a peor.

Anónimo dijo...

si, es cieerto aún puede ir a peor... buenas noches que descanses.

un abrazo pepe

La Cibeles dijo...

:-)))))

Anónimo dijo...

La cosecha Australiana...

Las nonas de Noviembre (Nonis Novembris) nos hacen descubrir que el 3er mundo emergente come más pollo y trigo por ende, la Globalización del papeo...

Estos bichos de la Escuela de chicago son unos chingones de la madre

:-)

La Cibeles dijo...

El terrorismo "convencional" está pasado de moda:

1.- grandes pestes en animales comestibles

2.- enfermedades producidas en laboratorio

3.- transgénicos

4.- cultivos locales desaparecidos, todos los alimentos en el mercado global con cotización en bolsa = crisis inducidas

5.- grandes deudas hipotecarias

6.- individuos desesperados presas fáciles de mercados negros y "alternativos", y de explotadores sin escrúpulos

7.- grandes señores económicos, con autoridades supranacionales de control de capitales (ellos mismos)

8.- todos siervos de gleba, la vida en manos del amo, la sociedad "contemporánea" deshecha.

La Cibeles dijo...

El País
EDITORIAL
11/11/2007

Una cesta alarmante

El Gobierno no puede limitarse a observar cómo suben los alimentos. Debe tomar medidas ya

La escalada de los precios de los alimentos frescos en España está rozando lo que se conoce como "alarma social". La leche y el pollo han subido más del 18% en los últimos 12 meses y los huevos cuestan casi el 11% más que en octubre de 2006. Las explicaciones habituales de este encarecimiento, que ha explotado en los últimos meses, insisten en la subida rápida de los precios de los cereales, empujada por la intensa demanda de alimentos de países como China e India, las malas cosechas o la utilización creciente de superficie sembrada para la producción de biocombustibles. La primera razón es muy verosímil, pero las dos restantes deben ser examinadas con más cuidado. No está claro que el volumen de cultivos desviado hacia los biocombustibles tenga el volumen suficiente para distorsionar los mercados y las cosechas no han sido malas en todos los productos.

La explicación más probable es que los mercados de cereales, el origen de la cadena de encarecimiento de gran número de alimentos, han operado bajo la especulación de un crecimiento insostenible de la demanda y un supuesto descenso de la oferta; y que la expectativa de escasez ha disparado los precios. Sea cual sea el origen de la presión especulativa sobre los alimentos, el Gobierno español no ha estado diligente. Se ha limitado a tomar nota de las subidas y apuntar con el dedo al petróleo como presunto culpable. Pero que el crudo esté en la frontera de los 100 dólares no explica que el pan se encarezca el 5,5% en un mes o que casi todos los alimentos básicos estén creciendo por encima de la inflación en tasa anual.

La inflación alimentaria es un impuesto especialmente dañino para las rentas más bajas, porque son ellas precisamente las que destinan una proporción mayor de sus gastos a la cesta de la compra. Ésa es la razón de la "alarma social". El Gobierno, por tanto, no puede limitarse a observar cómo suben los precios; debería haber previsto las tensiones -dispone de informes para ello- y tendría que haber actuado en consecuencia. Si hasta ahora no lo ha hecho, al menos debería articular políticas concretas para aumentar la competencia en los mercados. Es decir, debe convencer a los españoles de que tiene una política antiinflacionista más eficaz que los observatorios de seguimiento de los precios.



Ya decía yo...