
El calendario Juliano, establecido por el emperador romano Julio César en el año 45 BC, ya agregaba un día adicional cada 4 años, pero no tomaba en cuenta el pequeño error adicional de 0.007784 días cada año. Esto hizo que para el siglo XVI, el año estaba "corrido" 11 días, y la Pascua ya no coincidía con las fechas históricamente correctas. Al estudiar y analizar esto, en 1582 el Papa Gregorio XIII ordenó adelantar el calendario oficial por 11 días, para compensar el error acumulado hasta ese momento, y estableció la regla adicional de los años divisibles entre 100 y 400. Aparte de los 11 días de corrimiento, esta regla es la única diferencia entre los calendarios Juliano y Gregoriano, nuestro calendario actual.
Históricamente, "bisiesto" viene del nombre dado al día adicional en el año, que originalmente era el 24 de Febrero. Este día, según el calendario romano, era el "sexto día antes del Calendas de Marzo". Como era un día adicional, era el día bi-sexto, que después se volvió bisiesto. Posteriormente, el día adicional se cambió al 29 de Febrero.
Aún existe un pequeño error. El calendario Gregoriano hace que cada año tenga 365.2425 días, cuando vimos que un año solar tiene 365.242216 días, una diferencia de 0.000284 días, o aproximadamente 24.25 segundos cada año. Esto causará un error de un día completo en aproximadamente 3.000 años. Ya lo arreglarán.