lunes, 28 de enero de 2008

BUENAS PRÁCTICAS


La trabajadora de reparto de Correos de O Seixo (A Coruña) denunció a su jefe de cartería ante la Guardia Civil por acoso laboral.

Según consta en el escrito, la joven manifiesta que cada vez que el denunciado se presenta en la oficina le mira todas las cartas, las fechas, la obliga a abrir el coche y a realizar tareas fuera del horario de trabajo, además de llamarla por teléfono a cualquier hora, y de poner refuerzos a los demás empleados de otras localidades y a ella no.

En la denuncia hace constar, asimismo, que su jefe le gasta bromas obscenas.

La repartidora de Correos también puso estos hechos en conocimiento de la CIG, sindicato que acto seguido trasladó la situación a la Inspección de Trabajo.

A través de una nota de prensa, el sindicato nacionalista hizo públicos ayer los hechos mediante un comunicado de prensa en el que explica que la cartera afectada recibía quejas de los vecinos debido a que no podía realizar el reparto al día, motivo por el que solicitó un refuerzo que no le fue condedido.

Respecto a los comentarios "pouco éticos" del jefe y a la situación de constante control a la que se ve sometida, desde la CIG se asegura que estos hechos generaron en la trabajadora "un clima insoportable que lle afecta tanto ás relacións co seu entorno como ó seu rendimento profesional", reseñando que en año y medio firmó hasta treinta contratos de corta duración con Correos.



Una trabajadora de Correos
denuncia ante la Guardia Civil
a su jefe de reparto
(El ideal gallego
27.01.08)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Aviso a navegantes:

Se abre la veda, inclúyanse Jef@s de Cartería tb.


Esperemos que represente un pto. de inflexión en la actitud sindical, si CCOO y UGT levantaran dossieres Rosswell, se levantarían muchísimas ronchas.

:-(

Paco dijo...

¡Duro con ellos!
MIS SALUDOS, CIBE

La Cibeles dijo...

Pues ya era hora de poner en evidencia la ineptitud y su máscara de violencia laboral para evitar que ésta sea descubierta.

Estarían bien las demandas por abuso laboral con partes médicos de lesiones vertebrales y demás daños psicosomáticos.

Y estaría bien que a las OOSS se les cayera la venda del susto y se hicieran pis por tener convidada de piedra a la inexistente Salud Laboral.

Y estaría guay que se enciendan las alarmas en los despachos insonorizados, además de incoloros, insaboros e insípidos.

¿Jugamos todos a judicializar?

Anónimo dijo...

se tiene que acabar con esas situaciones, y ya.

un abrazo pepe.

La Cibeles dijo...

Con el acoso a secas, supongo que más de uno se estará tentando la ropa, pero con una denuncia por acoso laboral, se la va a tentar por lo menos el 50%.

Con ambas cosas, lo suyo es actuar con la cabeza fría de manera que no sepan ni de dónde llueven las hostias.

Y para ser equilibrados, pienso que hay muchísima gente muy competente, y que soportan presionen que descargan "hacia abajo" sin más premeditación que la calentura del momento.

Es esa situación la que tiene que acabarse, y quien tenga poderes
:-) debe presionar -pero bien- a los gestores y directores planificadores de estrategias imposibles a pie de calle. Que las experimenten con sus hijos en las carterías, para que luego les cuenten en casa como es el reparto a destajo.

Ni voy a comentar la responsabilidad de las OOSS mirando para otro lado con destajos de 365 días al año, y éste, 366.

Imposible negar que hay gente que vive muy bien. Ni que otros sobreviven traumatizados desde su primer día de trabajo: ahí están las cartas, ahí está el carro, ahí está la puerta, áfuera está la calle, como formación.

Paco dijo...

¡Con dos ovarios, Cibe!

La Cibeles dijo...

Pues no te creas tú que soy muy de vísceras ni de órganos internos...pero la situación (que nadie asume como propia) está tan deteriorada que por alguna parte tenía que romper.

Anónimo dijo...

Primer juicio en España por un ‘mobbing’ contra un funcionario
La Fiscalía solicita 18 meses de cárcel para un cargo de la Generalitat y 60.000 euros e indemnización

Gran expectación la que reprodujo el pasado lunes en un Juzgado leridano, donde se celebraba el primer juicio habido en España por ‘mobbing’ y donde el acusado era un alto cargo de La Generalitat catalana y el propio organismo. Al menos, el Gobierno de José Montilla ha hecho tan suyo el asunto que ha decidido proteger a Teresa Casals, la acusada, pagándole a sus abogados.
Los hechos se han venido desarrollando desde hace un lustro. La damnificada es Begoña Solé, administrativa adscrita a la delegación de Lérida del Servicio de Carreteras, a la que la actitud de Casals le envió a la consulta del psiquiatra.

Al final del juicio oral, la Fiscalía no sólo mantuvo la petición de 18 meses de cárcel para Casals, sino que elevó de 4.000 a 60.000 euros la indemnización solicitada.

Por su parte, el Gobierno Montilla y el conseller de Política Territorial y Obras Públicas, el también socialista Joaquin Nadal, han volcado todos sus efectivos en evitar una sentencia contraria, que sentará precedente. Sin embargo, tanto los médicos que le han tratado a Begoña Solé, como la Inspección de Trabajo han insistido en que hubo persecución y trato vejatorio por parte de su superiora. Ahora, hay que esperar a la sentencia.

hispanidad.com
30 de enero de 2008