martes, 28 de agosto de 2007

VIOLENCIA ANTIGUA


La violencia –de género, doméstica, a secas- es consustancial al género –humano-, y no parece que la civilización la haya hecho pasar de moda –desgraciadamente- en ninguna cultura humana. Dejo aquí unos Romances Viejos que en realidad me gustaría poner en sonoro, pero no están –aún- en Internet de ninguna clase; impacta su actualidad, y más escucharlos que leerlos, pero qué le vamos a hacer.

La Cibeles



LAS TRES COMADRES

En un barrio tres comadres se fueron a merendar,
perejil con cola, y eran las tres,
la Juana “la tana”, la Trini y la Inés.
La una lleva treinta huevos para que toquen a diez,
perejil…
la otra lleva un botijuelo para que beban las tres,
perejil…
la una mira para el cielo, parece un pañuelo inglés,
perejil…
la otra mira para el río, dice que corre al revés,
perejil…
la otra mira pal botijo, parece un niño sin pies…
perejil…
Estando en estas razones, llega el marido de Inés,
perejil…
palo a una palo a otra, llevaron palos las tres…
perejil…



“El Romance, aparentemente liviano, es una irónica protesta contra el sometimiento de las mujeres a sus maridos en el mundo tradicional. Tres amigas buscan la evasión imposible en una inocente merienda y acaban siendo castigadas por "un representante" de tan injusta autoridad.”






SUFRIR CALLANDO

Siendo yo chiquita y niña me casé con D. Rodrigo;
las penas que con él paso no las pasara un cautivo.
Sola como, sola ceno, sola me estoy de continuo:
sola me meto en la cama como mujer sin marido.
Me pusiera de ventera en un estrecho camino,
por peso me diera el pan, por medida me da el vino.
Si se lo digo a mi madre, se pondrá a llorar conmigo;
si se lo digo a mi padre, dirá que así lo he querido;
si lo digo a mis hermanos, matarán a D. Rodrigo.
Más me valdría callarlo, callarlo que no decirlo,
que no hay mujer que se case que tenga cabal sentido,
sino la que sufre y calla las faltas de su marido.


“Tristísimo e inteligente alegato de la mujer casada sin amor: no puede hallar consuelo en la madre, triste y débil como ella, ni en el padre tercamente sujeto a la costumbre; tampoco en sus hermanos, que buscarían la solución en un comportamiento tan brutal como el de su propio marido. Asusta pensar en la actualidad que puede tener un texto tan antiguo.”





MUJER DE VELARDE

Mujer de Velarde más triste que el día
sóla se calzaba, sóla se vestía,
solita iba a misa y sóla venía…
Tenía una suegra que mal la quería:
mátala Velarde, mata a la María…
Pa matarla madre, motivos daría…
Levanta María, da la teta al niño
mientras que yo afilo dorado cuchillo…
Mama niño mama, no me dejes gota,
porque de tu madre no mamarás otra…
Aprieta Velarde, con fuerza el cuchillo
que no se me manche mi nuevo justillo…
que sirva pa otra que case contigo,
y si no pa otra que críe a éste niño…


La brutalidad, motivo de muchos Romances, no es patrimonio de los varones. En éste caso es una mujer, encarnada en el odiado arquetipo de la suegra, la que mueve los hilos del teatrillo para provocar en su hijo un odio similar al que ella siente. La reacción de la víctima parece alcanzar en los últimos versos, un alto grado de ternura, de resignación, y de sarcasmo, como último recurso: quién la sustituya en el papel de esposa o de madre llevará el justillo que ella, -asesinada injustamente-, lleva.”




.... /....



“Si hay algún calificativo que le venga bien al género romancístico es, nadie se asombre, el de “español”: no quiere esto decir que las baladas y canciones narrativas de la tradición hispánica tengan temas exclusivos o asuntos desconocidos a otras literaturas, sino más bien que el desarrollo de la acción y los personajes que en ella intervienen se comportan con los defectos y virtudes que nos caracterizan y nos son propios. Textos antiguos han venido arrastrando, como las corrientes de agua caudalosas, diferentes materiales que conforman una personalidad diversa y que, querámoslo o no, nos colocan frente a otras conductas y nos distinguen de ellas: excesos verbales, comportamientos vengativos, sufrimientos infringidos, fatales atracciones que arrasan o conmueven los cimientos de las conciencias…y todo ello envuelto en los ropajes de personajes que dan vida y nombre a esas actitudes por perversas o desviadas que nos parezcan. Y sin embargo todo es tan actual que, si no fuese por el lenguaje dramáticamente certero, terriblemente exacto, nos parecería que lo estamos contemplando en un programa de televisión de esos que mantienen la afición morbosa por la tragedia o la fatalidad.”


Romances Españoles
Joaquín Díaz
(CD producido y grabado por Luis Delgado para Tecnosaga
en el Museo de la Música de Urueña (Valladolid),
durante el mes de agosto de 2002)



7 comentarios:

Anónimo dijo...

Estmos en ello, paece q hay un grupillo Príamo melomaniacos que algo de piratas del Caribe han hecho con esos sonidos que nos retrotraen al medievo...

si algo hay, aparecerá...

(lo malo es que se esconden cual Logia secreta)


amonimillo

Anónimo dijo...

uffff

si la mula está llena...


ahora caigo éste es el mismo al que he visto con Luis pastor y Amancio prada

amo nimillo

La Cibeles dijo...

Estos Romances están en el CD que cito, pero no se subirlos... :-(
son conmovedores a tope...

Anónimo dijo...

Un tema que de tanto repetirse ya se está convirtiendo en un "triste clásico" de nuestra cultura.
Un buen trabajo Cibeles.

La Cibeles dijo...

Muchas gracias Manuel...el trabajo ha sido sólo picar el texto...

Alai dijo...

¡Ay mísero de mí...!

Fragmento de La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca

¡Ay mísero de mí, y ay, infelice!
Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así
qué delito cometí
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.

Sólo quisiera saber
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
qué más os pude ofender
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
qué yo no gocé jamás?

Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma;
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?

Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas
(gracias al docto pincel),
cuando, atrevida y cruel

la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto;
¿y yo, con mejor instinto,
tengo menos libertad?
Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas, bajel de escamas,
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío;
¿y yo, con más albedrío,
tengo menos libertad?

Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas, sierpe de plata,
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad
del campo abierto a su huida;
¿y teniendo yo más vida
tengo menos libertad?

En llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón,
negar a los hombres sabe
privilegio tan suave,
excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?

un beso

La Cibeles dijo...

Gracias al e-ángel que ha bajado la música del cielo...